Agarre sobre velocidad: cómo reducir la presión de los neumáticos mejora el control bajo la lluvia
Los paseos bajo la lluvia pueden ser una propuesta complicada para los ciclistas de carretera. Si bien andar en clima húmedo permite mantenerse en forma durante todo el año, vale la pena hacer pequeños ajustes en la configuración en comparación con las condiciones secas. La clave entre estos ajustes es reducir adecuadamente la presión de los neumáticos para mejorar la tracción cuando las carreteras se vuelven resbaladizas.
Existe la idea errónea de que una mayor presión equivale a un rodamiento más rápido. Sin embargo, la configuración más eficiente en realidad varía según las condiciones. En un día soleado, los neumáticos inflados se abren paso sobre el asfalto con una resistencia mínima a la rodadura. Pero la lluvia transforma el asfalto en una superficie menos predecible. Una presión más baja significa zonas de contacto más amplias para que haya más caucho en contacto con la carretera.
Como pauta general, reduzca un 10 % (alrededor de 5 a 10 psi) de su presión nominal habitual en climas húmedos. Si es demasiado poco, corre el riesgo de pincharse debido a los golpes de la llanta. Demasiado y perderá el valioso agarre necesario para mantener el control en las curvas y zonas de frenado. El objetivo es encontrar el punto óptimo donde los neumáticos se adaptan a la textura del terreno que se encuentra debajo sin tocar fondo. La precisión de la presión de los neumáticos es realmente importante aquí, ya que los neumáticos duros rebotan y se deslizan mucho más fácilmente que los neumáticos con un poco más de flexibilidad. Los neumáticos de bicicleta con menor presión tienen más agarre, y ese agarre extra será clave.
bicicletas de carretera Por lo general, tienen una distribución desigual del peso entre las ruedas delanteras y traseras. Esta distribución varía según la posición del ciclista y la bicicleta, pero generalmente, la rueda trasera soporta un poco más de peso que la delantera. Para equilibrar esta distribución de peso, se recomienda poner un poco menos de presión de aire en el neumático delantero que en el trasero. Una buena regla general es mantener unos cuantos psi menos en el neumático delantero.
La presión óptima de los neumáticos varía según el peso del ciclista y cualquier carga adicional a su bicicleta. Para los ciclistas más pesados o que transportan cargas, la presión de los neumáticos debe ser mayor, mientras que los ciclistas más livianos requieren una presión más baja.
Si está utilizando neumáticos sin cámara, es importante tener en cuenta que puede utilizar presiones más bajas de forma segura sin el riesgo de que la cámara se pinche debido a la ausencia de una cámara de aire. Utilizar neumáticos sin cámara puede ser especialmente beneficioso para el agarre fuera de la carretera, especialmente si andas en una bicicleta de carretera con neumáticos relativamente grandes y planeas realizar una conducción ligera fuera de la carretera o sobre grava.
Los neumáticos modernos para cubierta ofrecen patrones de banda de rodadura adecuados para condiciones mixtas. Las bandas de rodadura estilo lima siguen siendo lo suficientemente rápidas, pero pequeñas protuberancias se hunden en el agua estancada. Los neumáticos más anchos también ganan más superficie de contacto para flotar sobre las imperfecciones de la carretera. Usar tubeless aumenta aún más la protección contra pinchazos con capacidades de autocuración.
Con la configuración adecuada de los neumáticos y los ajustes de conducción, no es necesario restringir el ciclismo en climas húmedos. Simplemente reduzca las presiones, revise dos veces los frenos y conduzca dentro de sus límites en carreteras resbaladizas por la lluvia. Dado que los neumáticos pierden aire con el tiempo, debes revisar y ajustar la presión de los neumáticos cada dos semanas o al menos una vez al mes. Un poco de preparación ayuda mucho a disfrutar de forma responsable los paseos bajo la lluvia.